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Correr descalzo por caminos de piedras. ¿Bendición o locura?



En un mes ya van a hacer tres años de mi primera participación en una carrera de montaña. Tras este tiempo entrenando y participando para muchos más eventos de este tipo siento que ha sido una suerte iniciar esta segunda vía de experimentación dentro de mi trayectoria descalcista. En un primer momento tuve muchas dudas e inseguridades respecto a mis posibilidades en este tipo de terrenos. Los avances eran muy lentos y en comparación con mi desempeño corriendo en asfalto me sentía muy desequilibrado. Sin embargo las sensaciones en conjunto eran muy buenas, me sentía más fuerte y mis pies era obvio que se estaban haciendo mucho más poderosos ante la adversidad.

Durante los meses siguientes seguí experimentando con esto de correr descalzo sobre piedras alternándolo con el resto de entrenamientos y competiciones en asfalto. Mis ambiciones de progresos en la montaña sin embargo eran muy lentas y tuve que desistir de proyectos como maratones de montaña. Me lo pasaba bien negociando con las piedras en los caminos pero mi dificultad de progresar de forma significativa era obvia porque tenía que pelear duro para llegar en los tiempos límite que daban en las carreras y aunque lo conseguía sin mucho problema siempre llegaba mirando el reloj.

Pero el tiempo estaba a mi favor porque mientras yo no dejaba de pelear con todo tipo de guijarros, cardos, gravas y demás artefactos pedregosos se iba desarrollando en mí el instinto de moverme por ese terreno. Y es que realmente cuando vas por la montaña descalzo por senderos y caminos rotos, llenos de rocas de punta, vegetación seca y cardos, etc. tú no corres, te deslizas de forma suave, bailas con la tierra con cariño para que esta no te pise. Así llega un día, que  ya no miras las piedras del camino como un obstáculo que va a ralentizar tu paso, sino como un aliciente para que ese rato entrenando sea más divertido y que además hará que cuando llegues al lugar más alto de ese camino contemples como tus pies poderosos han sido capaces de llegar a dónde tiempo atrás ni siquiera lo hubieses soñado.

Y es que el problema de adaptarse a correr por todo tipo de terrenos, en especial los caminos pedregosos de las montañas, es que nos llevan diciendo toda la vida que somos débiles, que nuestros pies son delicados y que nos vamos a hacer daño si nos atrevemos a hacer algo así. Algo que es falso de cabo a rabo. Conforme pasa el tiempo puedes ir cada vez más rápido sobre las piedras porque al pisarlas tus pies no sienten dolor, sienten piedras, nota como son y se adaptan a cada paso a su morfología y las necesidades físicas de impactar sobre ellas. Al final, las piedras, los obstáculos nos convierten el camino en una pista de baile y un gimnasio al tiempo.

Después de idas y venidas, respecto a considerar que papel tenía entrenar en montaña en caminos tortuosos en mi vida como corredor, llegué a la conclusión de que lo mejor era alternarlo al cincuenta por ciento con mis entrenamientos en asfalto. En la montaña me fortalezco y me agilizo y en el asfalto suelto la velocidad, la montaña fortalece mis músculos en todas sus dimensiones y en el asfalto trabajo su potencia. Los mejores resultados en competiciones los he obtenido cuando he respetado ese reparto y el contraste con cualquier otra combinación es asombrosa. Por eso tengo claro que cuando corro sobre piedras, aunque vaya muy despacio me hago mejor corredor.

El horizonte se plantea muy estimulante. La soledad en la que estaba hace tres años compitiendo en pruebas de montaña ha desaparecido y ya son muchos los descalcistas que se han introducido en este terreno con entusiasmo. Tanto es así que el 9 de septiembre se celebrará el primer trail de la historia con categoría descalcista, el Canaleta Trail de Argelita y con una participación superior a diez corredores en esta modalidad, algo que cuando comencé no me hubiese imaginado que pudiese pasar tan pronto. Las piedras les molan a los pies, moverse sobre ellas, bailar las piedras engancha y eso es algo que no vamos a dejar de ver más y más en los próximos tiempos.
Correr descalzo por caminos de piedras. ¿Bendición o locura? Correr descalzo por caminos de piedras. ¿Bendición o locura? Reviewed by evocion on agosto 05, 2018 Rating: 5

1 comentario

  1. Gran texto, Emilio, escrito desde la experiencia y desde el punto de vista de quien lo veía primero como casi imposible y luego como poco apetecible - Tu cambio de visión sobre el terreno empedrado es muy aleccionador, nos va a ayudar a un montón de gente.

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