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Un lento e intenso progreso. 10K nocturno de Peñíscola



He de reconocer que le estoy cogiendo gusto a la distancia de 10 kilómetros, porque me permite estar un buen rato corriendo y disfrutar de la esencia estratégica de las carreras de fondo y por otro lado me exige poner toda la carne en el asador desde el primer kilómetro. De alguna forma la vivo como una prueba de velocidad dentro del rango de las distancias que me son habituales.
Anoche fui a Peñíscola a correr el 10K nocturno de esta localidad con el buen recuerdo del buen puesto que hice en la edición anterior y con la esperanza de repetirlo. 
Sin embargo este año tenía el objetivo de abordar los 37 minutos ya que los veía como un objetivo factible. Lo que he solido hacer durante muchos años ha sido salir desde atrás en las carreras e ir adelantando hasta encontrar mi punto de equilibrio en el conjunto de corredores. El problema es que si haces eso para conseguir un tiempo determinado te supone perder mucho tiempo en la parte de atrás del pelotón hasta que se abre y puedes encontrar buscando tu ritmo. Por ese motivo desde que busco mejorar tiempo dejé de hacer eso, al menos en las pruebas más cortas. El problema es que aunque ganas más tiempo, también ganas más agobio. Desde el primer segundo ya sales a pleno ritmo, incluso muy acelerado y tienes que ir refrenándote para no pasarte y fundirte en los primeros minutos. En esos primeros minutos tienes que buscar tu lugar pero es un espejismo. Se da la circunstancia de que no puedes tomar referencias con los demás porque hay un número importante de corredores que salen por encima de sus posibilidades y se van frenando de forma progresiva y luego otros que van al revés, van incrementando. Total, que toca fiarse de uno mismo y algunas miradas al marcador de ritmo del reloj ayudan. Así pude mantenerme un segundo por debajo de lo que necesitaba para abordar los 37 minutos. Iba corriendo con los 3.45 minutos por kilómetro grabados en mi mente pero me estaba agobiando y en el kilómetro seis, desistí. Había llegado a un punto en que mi mente solo se podía concentrar en correr y en nada más y así me dejé llevar. Las fuerzas iban justas y me pasaron tres corredores en los dos siguientes kilómetros y notaba pasos detrás mío que me espoleaban a pegar tirones porque no quería perder tiempo y así conseguía mantener el ritmo. 
La carrera que discurría por el paseo de la playa de Peñíscola tenía una gran animación sobre todo por los ánimos que nos daban los paseantes que habían salido a recrearse con la prueba. Esos ánimos era un alivio porque te apartaban momentáneamente de esa presión interior y seguías avanzando sin pensar en ello.
En el último kilómetro me pasó el corredor que me había ido siguiendo los tres anteriores y yo saqué fuerzas de todos los rincones para no perder ni una posición más. Encaré la curva del paseo en el que se situaba el arco de meta y vi el reloj que iba a alcanzar los 38 minutos. Entendí que no lograba mi objetivo pero que arañaría unos segundos a mi mejor tiempo. Y así fue, seis segundos menos que en Alcocebre, 38.13, una minucia. Sin embargo, la tensión y el sufrimiento para llegar en ese tiempo había sido mucho mayor que la semana anterior. No hay puntos de medida de los padecimientos pero me supo a mucho invertido para poco logrado. En todo caso me daba por satisfecho porque la mejora era escasa pero era y volvía a subir al podium en el tercer puesto de mi categoría.

La anécdota la tuve cuando fui a ver las clasificaciones y me encontré en el octavo puesto de Senior Masculino. Cuando fui a preguntar a la organización por el error, me dijeron que mi fecha de nacimiento era en el 86, casi veinte años después de la mía. Les dije que sí, que cambiaba mi puesto por veinte años más de vida pero no fue posible y me reintegraron a mi categoría de más de 50 :/.

Por lo demás, contento de seguir progresando aunque sea pasito a pasito y sobre todo de poder seguir corriendo sin ningún tipo de molestias que me tenga preocupar por esa continuidad.



Un lento e intenso progreso. 10K nocturno de Peñíscola Un lento e intenso progreso. 10K nocturno de Peñíscola Reviewed by evocion on septiembre 25, 2016 Rating: 5

2 comentarios

  1. Cuando llega uno a su umbral el bajar algunos segundos cuesta un huevo jejej. Un saludico y enhorabuena

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    1. Gracias Paco. Si que cuestan, sí. De todas formas, esto son manías. Lo mejor es estar ahí en el run run cotidiano. Un abrazo.

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