Hoy que he podido volver a correr tras más de mes y medio sin poder hacerlo me vienen a la mente muchas ideas. Una de ellas es porque después de más de cuarenta años saliendo a correr casi todos los dÃas de mi vida mantengo la ilusión por seguir haciéndolo. Hoy en dÃa, salir a correr, "ser runner", no solo está normalizado sino que en general está bien valorado por nuestra sociedad. Sin embargo, cuando comencé a correr a finales de los setenta, si no eras un profesional del atletismo, a ojos de los demás suponÃa una excentricidad, un acto pueril o una pérdida de tiempo. Y aún asÃ, recuerdo como su fuera ayer la ilusión que me movÃa a lanzarme a la calle, los caminos, las carreteras, a tomarlas, hacerlas mÃas y llenar mi cuerpo de kilómetros. La vida del corredor se ha transformado mucho desde aquellos tiempos, en general para bien, no soy un nostálgico, ni pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor, todo lo contrario, el pasado siempre fue peor o mucho peor. Pero lo que no ha cambiado para mà es la ilusión de salir a explorar el camino, la vida, corriendo, con mis propios medios. Pero sà tengo que analizar de forma más concreta cuáles son las razones de porque correr se ha convertido en algo tan importante durante toda mi vida, creo que estas serÃan las más aproximadas:
1. Por la sensación real de vigor y fortalecimiento fÃsico que me genera. Sentir que en cualquier momento puedes hacer un esfuerzo importante, desplazarte un montón de kilómetros, utilizar tu cuerpo "para lo que sea necesario", aporta una enorme sensación de bienestar y seguridad en ti mismo.
2. Hay una palabra de moda en los últimos años: resiliencia. Pues sÃ, antes de saber que esa palabra existÃa, sà que sentÃa que tras muchos kilómetros, competiciones llenas de adversidades y sufrimientos para llegar a meta, habÃa desarrollado una capacidad importante para adaptarme y afrontar la adversidad.
3. Dar orden a la vida con el hábito de correr. Si sabes que vas a correr, eso se convierte en un faro para ordenar cada dÃa, cada semana, para que el tiempo tenga un referente que ayuda a hacer las cosas mejor, a gestionar la energÃa y el descanso. Correr no solo es un momento en la agenda, es un vector de energÃa que sabes que te va impulsar, despejar y abrir estados emocionales interesantes para según que cosas quieres hacer. Al final, correr no solo te ayuda a organizar el tiempo de tu dÃa a dÃa, sino que además es un comodÃn para gestionar tus recursos, tu atención y tus fuerzas.
4. Explorar el mundo. Una de las cosas que más me ha gustado hacer siempre que he viajado a una ciudad nueva, es salir a correr nada más llegar para explorarla de cerca. En una hora corriendo es fácil recorrer los lugares más interesantes de una ciudad mediana, el centro de una grande, una pequeña casi por completo e incluso algo de las afueras. No hablo ya de las posibilidades que tenemos de recorrer el "espacio exterior". Cuando entre julio y agosto de 2017, recorrà casi mil kilómetros corriendo desde Castellón a La Coruña, me sentà como el corredor feliz que tenÃa que explorar caminos nuevos todos los dÃas, y esa sensación me sigue emocionando cada vez que comienzo un camino nuevo, un sendero o una avenida desconocida.
5. Constancia. Y asà es, acostumbrarte a correr, a progresar de forma ordenada, a terminar una maratón o muchas, un kilómetro tras otro, en ocasiones en condiciones adversas, te va a aportar el don de ser constante. Trasladar la sensación de que puedes hacer lo necesario a lo largo del tiempo para cumplir tus objetivos se convierte en un gesto natural. Hacer de la constancia un gesto sencillo en la forma de hacer las cosas es un regalo que se recarga en nuestros entrenamientos, en mantenernos firmes kilómetro a kilómetros hasta que solo falta uno, o unos pocos metros para llegar a la meta.
6. Aventura. Y aunque correr no está catalogado como un deporte de riesgo, sà que puede tener y tiene un importante componente de aventura. No hace falta irse al desierto a correr la maratón des Sables para sentir como te sube la adrenalina al principio de cualquier competición, o cuando te vas de viaje a otro paÃs a correr una maratón, o cuando acompañas a tu hijo o a un amigo que va hacer su primera larga distancia corriendo, etc. Dentro de la enorme variedad de situaciones que nos puede proporcionar esta actividad, siempre podemos encontrar la que se acomode a nuestras expectativas para sentirnos muy satisfechos con la experiencia y es que las posibilidades son inagotables.
7. La motivación del reto. Y es que como en muchas actividades, correr tiene las cualidades de darnos la medida de nuestro avance, nuestra mejora y la capacidad que tenemos de ir más allá. Pero quizás en correr es más potente, porque es muy directo, tanto en lo fÃsico, en lo mental y en el entorno. Los estÃmulos y resultados son muy explÃcitos respecto a cómo mejoramos o no, y el reto como medida de todas las cosas cobra una presencia muy poderosa. Usar los retos para llevarnos más allá es una herramienta muy efectiva, que puede ser peligrosa mal usada, pero que utilizada de forma equilibrada siempre nos va a mantener en el filo de nuestro máximo potencial, en el lÃmite en el que vivimos la actividad como algo sublime y grande.
8. Conocer grandes personas. En todos los colectivos hay personas de todos los tipos, estilos y maneras. Pero solo el dato que una persona que suele correr maratones ya tiene muchos puntos en una selección de personal es algo que dice mucho. En este punto no voy a extenderme porque parecerÃa autobombo, pero ahà lo dejo y que cada uno lo piense respecto a su entorno.
9. Crecimiento espiritual. Correr decenas de miles de kilómetros en solitario hace que te hagas muchas preguntas, que te encuentres con la necesidad de resolver muchos dilemas. Explorar tus lÃmites y frustraciones a través de un ejercicio autoimpuesto te hace conocerte muy a fondo. Entrar en flow cuando ya has superado el lÃmite razonable de tu fuerzas y poder deslizarte sobre muchos kilómetros sin apenas sentir esfuerzo te mete de forma brutal en un nivel de consciencia más elevado. Muchas son las experiencias y procesos que nos llevan a un estado de introspección, autoconocimiento y proyección, más allá de lo cotidiano y que nos enfrenta a una dimensión mucho más rica de nuestro ser.
10. Vivir más. Al final se trata de eso, de vivir con más intensidad la vida y correr, por todo lo argumentado en los puntos anteriores nos lo aporta de sobra, en calidad y en cantidad, pues una persona sana y satisfecha suele vivir más tiempo y más feliz. Por fuerza, salud, intensidad, amenidad, resistencia, motivación, socialización y espiritualidad, correr te lo aporta todo y además puede ser hasta gratis, ya que es la única actividad deportiva que la puedes practicar sin necesitar absolutamente nada, solo tu cuerpo y un camino.
Creo que son suficientes razones para vivir nuestro correr como un regalo y volver a retomar los entrenamientos como algo que nos hace ser mejores cada dÃa. Y si no corres, pues creo que ya no necesitas más razones para comenzar a hacerlo.
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