Volviendo a los viejos tiempos, pero mejor

Estos días que no hay competiciones, para motivarme con algo más que correr por correr, vuelvo a la actividad que hace ocho años me impulso a iniciar este blog, la exploración. No hace falta que explique mucho acerca de lo que me gusta explorar corriendo, y realmente hay mucho que ver siempre, pues miles de kilómetros de senderos, caminos, carreteras tranquilas, playas, paseos, etc. nos esperan para ser descubiertos o redescubiertos.

Ayer volví a uno de mis sitios preferidos, la playa. No tiene mucho de original, pero es de esos lugares que cada día lo ves diferente, en cada ocasión descubres matices nuevos, situaciones sorprendentes. Y así, desde una bandada de cientos de gaviotas, una procesión de barcos en el horizonte, un atardecer que cae y levanta el ánimo, siempre encuentras nuevos motivos para el disfrute. Ayer volví a ver el mar corriendo después de más de dos meses sin verlo. Fue todo un disfrute, ¿cómo no?

Así que en las próximas semanas, meses, la exploración me motiva mucho más. La cotidiana y la diferente, siempre corriendo, a ser posible descalzo, que será casi siempre, pero lo importante es que los caminos no se resistan y la mirada siga disfrutando de ellos.