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El corredor viajero. Vía de Ojos Negros. De Segorbe a Caudiel

 

Segunda etapa entre Segorbe y Caudiel. Llegada a Caudiel

Viene de etapa inicial Vía de Ojos Negros

El corredor viajero. Vía de Ojos Negros. De Segorbe a Caudiel

En la segunda etapa de mi recorrido de la Vía Verde de Ojos Negros es dónde comenzaba lo bueno. Y parece mentira, porque este tramo a pesar de que lo conocía de siempre, inserto en el recorrido completo de la vía verde, resultó una experiencia diferente. Además con el contraste del día anterior es como si el recorrido fuese otro.

Partí de Segorbe a la altura de la masía de Valero, ya que como comentaba en el post anterior, no es habitual que la antigua vía minera pase cerca de las poblaciones salvo en casos muy contados, aunque curiosamente es en esta segunda etapa es en la que se pasa por más poblaciones (Altura, Jérica y Caudiel).

La suave subida se deja sentir en casi todo el recorrido, y prácticamente hasta Barracas será una constante. Pero este hecho es algo que si estás razonablemente entrenado apenas notarás por la suavidad de la pendiente.  En este trecho, la mayor parte del recorrido es sobre el trazado original de la vía verde y es algo que se nota y se agradece. El recorrido fluye por la vega del Palancia y a la vista se nos muestran todo tipo de cultivos y masías que salpican todo el paisaje. A pesar de estar en diciembre, las temperaturas ese día eran bastante agradables, algo que facilitó también el recorrido. El resto de días ya no sería igual. Como la grava seguía siendo la pauta en todo el recorrido ya no me planteé que la modalidad del trayecto fuese descalcista pues este material es el más desagradable posible para los corredores que practicamos esta modalidad de carrera.

Camino de Altura, cuevas excavadas en las trincheras y barrancos llenos de flores.

A los pocos kilómetros pasamos pegados a Altura bordeando su espectacular piscina que seguramente en verano habrá provocado más de una parada para disfrutarla. Una vez hemos superado este bonito municipio, seguimos corriendo entre una pequeña trinchera acercándonos a las vistas de otra famosa localidad del Alto Palancia, Navajas. No entraremos en el casco urbano pero tendremos a nuestra derecha (subiendo por la vía) una vista preciosa del pueblo. A partir de ese momento las trincheras serán la pauta más corriente, siendo cada vez más altas y en ocasiones completamente verticales al estar esculpidas en piedra viva. Estas circunstancias crean un ambiente que en ocasiones resulta sobrecogedor, sobre todo cuando llevas varios kilómetros corriendo en solitario y en silencio, algo que en el mes de diciembre es bastante habitual. Aunque quizás sea este tramo, el que discurre entre Segorbe y Navajas el más populoso de todos por ser lugar de paseo y práctica deportiva de los residentes en los municipios y las numerosas urbanizaciones próximas. En este tramo podremos observar múltiples instalaciones de mantenimiento y abastecimiento del ferrocarril minero, medio disimuladas por la naturaleza que lleva invadiéndolas durante décadas.

Curiosas instalaciones del ferrocarril minero.


Las vistas de Navajas desde la vía verde son las mejores.

Los kilómetros pasan ligeros pues incluso hay algunas pendientes favorables que aunque cortas suponen un alivio para las piernas y además el paisaje resulta tan entretenido que anima a querer seguir avanzando para ver más. 

Una vez hemos rebasado Navajas nos introducimos por un túnel del que al inicio no vemos el final, no porque sea muy largo sino porque está en curva. El túnel se ilumina y enseguida también aparece la otra boca. El premio al poco de rebasarlo son unas fantásticas vistas del valle y el pantano de El Regajo. Y seguimos corriendo dirección Jérica. Estamos discurriendo cerca de la autovía pero su presencia no es tan ominosa como en la etapa anterior, estamos casi siempre mucho más lejos y al discurrir entre arbolado muchas veces ni nos damos cuenta. Pasamos por antiguas casetas de trabajadores del ferrocarril, siempre con su pozo y su patio vallado, vestigios de otras formas de vida, de otros tiempos. 

Las vistas sobre el pantano son un buen momento para descansar del ascenso.


Esta caseta de paso a nivel me traía muchos recuerdos de mi antigua profesión.

Llegamos a las proximidades de Jérica tras unos cinco kilómetros desde Navajas y vemos al fondo el espectacular perfil de la localidad con su imponente torre mudéjar coronándola. Nos espera una pequeña cuesta para introducirnos en ella que no se hará nada pesada. Aquí atravesamos el centro de la población pues el trazado original de la vía desapareció no sé muy bien dónde. Es buen momento para aprovisionarse de agua y comida si fuese necesario.

Después de Jérica ya se intuye el final del recorrido, aunque este puede confundir porque Caudiel está muy cerca por carretera, pero por la vía verde la distancia prácticamente se dobla ya que el rodeo que da esta es espectacular. Nada más abandonar Jérica nos introducimos en un largo túnel muy reformado que tiene sobre todo en el primera mitad una enorme cantidad de filtraciones de agua, por lo que según épocas es muy fácil acabar empapado al pasar por allí. Abandonamos el túnel y comenzaremos a trazar curvas en ascenso suave que irán acercándose de forma progresiva por las ya últimas estribaciones del valle del Palancia por las que pasa la vía verde a Caudiel.

Jérica se presenta espectacular ante el viajero, ya sea a pie, en bici o sobre lo que sea.

En esta ocasión y por el kilómetro diecinueve, comienzo a sentirme bastante cansado, ya que el día anterior entre unas cosas y otras hice treinta kilómetros de forma bastante abrupta ya que no había entrenado larga distancia en muchos meses, y el ascenso continuo parecía haber hecho mella en mí. Solo me faltaban unos tres kilómetros, así que tocó apretar un poco y echarle ganas.

El último túnel abre el camino final hasta Caudiel.

El recorrido comenzaba a hacerse algo más tosco en el paisaje, anticipando lo que vendría los próximos días. Y comenzaba a hacer más frío. Con pocas fuerzas y muchas ganas, por fin llegué a Caudiel, que también era atravesado en el medio de su municipio, esta vez sí por el trazado original de la vía y me refresqué en una antigua fuente que adornaba la llegada.

Una fuente de agua clara saluda y reconforta al corredor que llega a Caudiel en la misma Vía Verde.

Creo que esta segunda etapa para mí, de la Vía verde de Ojos Negros es sin duda la más bonita paisajísticamente hablando y desde luego imprescindible para quién tenga interés por hacerla.

Podéis ver aquí el recorrido de veintidós kilómetros descritos.


https://maps.suunto.com/move/emilio730311/61c5c0b4949ead404db540ce


Próxima etapa, Caudiel - Barracas - Albentosa

El corredor viajero. Vía de Ojos Negros. De Segorbe a Caudiel El corredor viajero. Vía de Ojos Negros. De Segorbe a Caudiel Reviewed by evocion on enero 04, 2022 Rating: 5

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